jueves, 31 de julio de 2014

M de Música

Echo mucho de menos la música, yo era de esas personas que están un pocos tocadas de la cabeza y me pasaba muchos ratos del día cantando; cuando tenía novia le cantaba y como era prudente, no como yo, no decía nada, a lo mejor por dentro pensaría que estaba majara.

Me gusta la canción española y también francesas e italianas, no tanto así las ingleses, quizás por mi antipatía innata con los anglos.

Me encantaba Charles Aznavour, sobre todo en francés, Mari Trini, Raphael, pero por encima de todo la música clásica, en particular Zarzuela y ópera y mi ídolo era Alfredo Kraus, creo que el mejor tenor, tenía una dicción perfecta y una técnica que ya la hubiera querido el gordo aquel italiano; también Teresa Berganza, Callas, Caballé y algunos otros como Plácido Domingo. Gayarre rambién tenía un buena voz.

Ahora llevo casi un año, desde que entré en la residencia que no oigo música y me da la impresión que aquí no hay mucho melómano.

De los regionales me gusta la Jota, en especial la aragonesa, la navarra y la murciana.

Por cierto, de joven tuve de cliente Miguel B. Fleta y no sabía que la B quería decir Burro, de ahí que solamente pusiera B.




 

lunes, 28 de julio de 2014

K de KAKA (CON PERDÓN)

Es lo mismo que decir España.

L de LIBERTAD

La palabra por sí misma es bonita, pero realmente existe?.

Siempre según mi opinión, la libertad no existe; nacemos, enfermamos y morimos sin que nuestra voluntad intervenga, creo que esto todo el mundo estará de acuerdo y como resultante de ello interpreto que eso de que el ser nace libre es una falacia.

A pesar de ello, se nos recuerda siempre por políticos, religiones y demás que somos libres, cuando de hecho solamente tenemos un mínimo de libertad y no en todos los casos.

Es libre el negrito que nace y malvive en un país deprimido, sin alimentos básicos, sanidad, etc., etc.? Qué puede hacer él por su vida? NADA

Si vamos al mundo Occidental o “desarrollado”, veremos que, en infinidad de casos, no se puede elegir la profesión, la vivienda y otras muchas cosas (bien por motivos económicos o de otra índole).

Incluso en el mundo occidental, la mujer ha sufrido y sigue sufriendo recortes de libertad en muchos aspectos, y no digamos de las que viven en países árabes.

Muchos dirán que, al correr de los tiempos, se ha avanzado: abolición de la esclavitud, derechos del trabajador, etc., mas también es falso porque la propia sociedad ha creado limitaciones y dependencias que no nos hace libres.


Siempre existen unas normas que condicionan nuestra vida, más sofisticadas y envueltas en una falsa libertad.

Los pueblos quieren las guerras? No, cuando vives en países y momentos determinados, aunque no actúes de acuerdo a esos métodos, sufres las consecuencias

Estamos a merced de la ambición y el poder, sea ejerciéndolos o sufriéndolos, y eso ha sido y sigue siendo desde el principio de los tiempos.

Otra cosa es que, ante la imposibilidad personal de luchar contra eso, nos limitemos a conformarnos y aceptar, de buen o mal grado, las reglas del juego en cuyo dictamen no tenemos arte ni parte.

Desde luego a mí, que no me hablen de libertad.

La muletilla que te dirán es “la vida es así”, desde luego,  pero eso no indica libertad.




J de JUSTICIA

La justicia dicen que es ciega, yo creo que según para quien y para qué.

Recientemente un mal llamado “honorable”, Jordi Pujol, ha emitido una nota de prensa diciendo que, durante más de 30 años, ha estado ocultando que tenía dinero en el extranjero, es decir que ha estado defraudando a los españolitos, esos mismos que les robamos a Cataluña, según el otro nada honorable Artur Mas.

Los ciegos y, en su día, Felipe fueron los que no quisieron verlo, pues da la casualidad, seguro que es pura coincidencia, que los años coinciden con la crisis del grupo Banca Catalana y que el cuñado era miembro importante del Consejo de Administración, también otra coincidencia, al igual de la prisión que goza su exconseller de Economía, Maciá Alavedra.

Entonces, Pujolet decía a voz en grito que los españoles no querían que hubiese un grupo catalán financiero fuerte, se puede comprobrar  en las hemerotecas; lo que no dijo, fue que tanto la Caixa, como Aguas de Barcelona, Catalana de Gas y alguna otra, no quisieron aceptar la propuesta de entrar en dicho grupo y las consecuencias finales, entre otras, fueron las de bajar el valor de las acciones a peseta, que no cotizaban, otra casualidad, en Bolsa con la consecuente ruina de muchas familias.

Ahora aún queda por verificar todo lo que ha hecho su insigne familia, empezando por su mujer, que se encargaba de la siembra del césped del Camp Nou.
Mesi ha tenido buenos profesores, por más que mire al cielo cuando mete algún gol.

Otro caso fue el perdón del crédito al PSC, por parte de Caixa Cataluña, en tiempos del también exhonorable Montilla y ahora ha habido que rescatar a dicha caja, otro robo que les hemos hecho los españoles, como si no tuviéramos bastante con el atraco en Andalucía, que dura también 30 años y un largo etcétera, y aún le echamos la culpa de nuestra crisis a los mercados.

Los mercados, en el caso de España, se llaman, Pujol, Las Cajas (con sus políticos y sindicalistas), el caso Palau, el caso Casinos, Bono y su aeropuerto de Ciudad Real, Camps y el aeropuerto de Castellón, en fin faltaría papel, todo ello con la venia de la “ciega” del encabezamiento.


Dicen que no hay mal que cien años dure…ni cuerpo que lo resista y tampoco es cierto, pues en el caso de España esto dura varios siglos y seguimos aguantando. Penoso un país tan corrupto y con tan mala memoria. Amén (que esa sería otra).

jueves, 24 de julio de 2014



I de Imagen

Si una imagen vale más que mil palabras, intentaré mostrar imágenes que nos sean halagüeñas a la vista.











              




H de Historia

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, aunque, digo yo, son más de 2.000.

Es muy curioso que arqueólogos y antropólogos se empeñen en descifrar como eran nuestros más lejanos antepasados, como vivían, su alimentación, objetos que fabricaban, armas para defenderse, etc.

Otros, los historiadores, se adentran en los hechos acaecidos en tiempos pasados, dejando su opinión sobre los acontecimientos más relevantes anteriores al hoy.

Empero, generación tras generación aprendemos bien poco de los errores del pasado, limitándonos, hasta con orgullo, de los avances tecnológicos y usando buena parte de estos avances en sistemas de represión y/o destrucción

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Tomemos un ejemplo en las masacres de Hitler, especialmente sobre el pueblo judío, pero qué pasa ahora con estos últimos con respecto a Gaza; las grandes potencias decretaron hace años donde podía existir el Estado de Israel, porque indudablemente tenían derecho a tener su propio país, pero, lamentablemente, se olvidaron del pueblo palestino que también tenían sus derechos, tan históricos como los de los judíos.

Los israelitas tienen pleno derecho a defenderse, pero no a masacrar a la población civil palestina de forma indiscriminada, porque, aunque tarde aún años e incluso siglos, les pagarán con la misma moneda.

En España también nos gusta buscarle tres pies al gato, con confrontaciones verbales agresivas que tratan de revolver el pasado, sin tener una perspectiva histórica, manipulando por un lado y otro hechos pasados y, como en ese pasado, sin ponernos de acuerdo en los verdaderos problemas del país: educación, sanidad, empleo, familia, etc., etc.

La cortedad de mira de nuestros políticos, profesores, jueces, religiones, sindicatos, etc., hacen prever que siempre andaremos dando tumbos, sin definir nunca a donde vamos ni lo que realmente queremos para este viejo pueblo.


Ahí está el rector de la Complutense, sr. Carrillo, que ha olvidado que sin la generosidad de este pueblo, a uno de cuyos sectores ofende, su padre no habría vuelto ni él gozaría de las prebendas de su cargo, que las tiene aunque no nos las diga.
G de Genocidio

Hay que cambiar todo para que nada cambie.

En los siglos de más avances técnicos y tecnológicos, XX y XXI, donde se nos llena la boca de las palabras caridad, igualdad, etc., son, a mi modesto entender, los siglos donde más desigualdades existen y es curioso que nunca nos sintamos responsables como sociedad, mientras culpamos a los políticos, sin percatarnos que son las propias sociedades las que los elegimos.

De muy jovencillo, en esa edad donde te hierve la sangre y te rebelas contra las injusticias, pensaba que hay dos formas, al menos, de matar y sojuzgar tal como que te maten (en guerras, asesinato, etc.) y matar de hambre.

Para mis cortas entendederas, ésta última es la más sofisticada, cruel y encubierta; ha habido en el siglo pasado muchas confrontaciones, nuestra guerra civil (más bien incivil por ambos bandos, que no nos engañen), la primera y sobre todo la segunda guerra mundial, pudimos contemplar a dos de los más sanguinarios estadistas, Hitler y Stalin (de éste último no se han atrevido a hacer películas ni han entrado aún en Siberia).

Pues bien, con todos los horrores que han supuesto los conflictos descritos, entre otros acaecidos, yo preferiría un tiro y no sentir nada más que, como está ocurriendo en algunas partes del planeta, se esté perpetrando en verdadero GENOCIDIO en niños indefensos, mujeres y hombres que han tenido la desgracia de nacer en zonas pobres y abandonadas.

Occidente y algunos países asiáticos, su sociedad  y también sus gobernantes son culpables por acción u omisión de estos verdaderos crímenes, y nos limitamos a emocionarnos farisaicamente cuando la televisión nos da ciertas imágenes; además los gobernantes de esos países tercermundistas son sanguinarios y explotadores, con la connivencia nuestra, cegados por pequeñas satisfacciones materiales, limitándonos, en el mejor de los casos, a dar una limosna para acallar nuestra conciencia.

Recientemente, creo que ha sido Bolivia la que permite que, desde los 10 o 12 años, trabajen los niños, y nos hemos quedado tan tranquilos; según se basa esto en la necesidad, ello en un gobierno que quería sacar a su pueblo de la pobreza, ja, ja, ja.

Por si alguien piensa mal, le diré que yo, al menos, me siento culpable en la parte que me toca como persona que, a pesar incluso de mí mismo, he podido llevar una vida sin necesidades básicas. Pero claro, diremos, la caridad bien entendida empieza por uno mismo; sigamos mirando para otro lado.


F de Felicidad
El ser humano ha tratado siempre de entender y explicar lo que es la felicidad, autores, psicólogos, etc., desde luego gente más versada que yo y con más bagaje cultural y científico.

Yo voy a tratar de plasmar lo que para mí supone la Felicidad, muy lejos de sentar cátedra, ni dar lecciones, pues anticipo que sólo gocé de Felicidad en pocos años de mi vida de adulto, de lo que, por desgracia, no puedo culpar a nadie.

La persona que acepta como es, que es consciente de sus limitaciones, sin ambiciones desmedidas, gozando de las cosas más simples, paseos, satisfacciones con la familia, contento con el trabajo bien hecho, etc., entiendo que puede considerarse feliz.

 Hay tres grandes enemigos de la Felicidad: envidia, soberbia y ambición, ésta última en el más peyorativo sentido de la palabra.

Todas ellas nublan la mente, hacen carecer de ideas propias y objetivas y retuercen y manipulan el pensamiento, nunca se está contento ni satisfecho.

Para mi desgracia, tuve bastante de la segunda creo que nada de la primera y poco de la tercera, pero fue suficiente la segunda para no hacerme feliz, cuando, objetivamente, tenía en mi mano todos los elementos para disfrutar de Felicidad.

Y todo ello, pese a que tuve un buen espejo en quien mirarme, mi padre, cuyo ejemplo no supe seguir a pesar de sus advertencias y ejemplo, de ahí que le quiera rendir un pequeño homenaje, a un hombre que murió igual que vivió, dormido, sin hacer ruido, siempre con una sonrisa, un  disculpar a los demás, aunque sufriera a veces por decisiones ajenas.

Sean felices!
 

miércoles, 23 de julio de 2014

E de ELA (Esclerosis lateral amiotrófica)
No voy a despreciar ninguna otra enfermedad, pero sí manifestaré que conozco muchas, pero ninguna en la que el cuerpo sufra un deterioro no sólo rápido sino total, dejando libre la capacidad de comprensión, la vista o el oído, lo que ya de por sí implica más sufrimiento que la propia parálisis a la que llega el cuerpo; lo vas percibiendo todo con la impotencia de no poder hacer nada y la seguridad de que no existe ningún medio de curación, operación, medicación, etc.

La gente dice que la conoce, la enfermedad, pero solo es muy superficialmente y de oídas y así tratan de achacar al tiempo la flojedad que sientes, o a otros motivos que no van con la realidad.

En mi caso, como en el muchísimas otras personas, el inicio fue lo que llaman “bulbar”, pequeñas dificultades al hablar, al comer sólidos y sobre todo trasegar líquidos; vas poco a poco hablando peor, comiendo peor, bebiendo con espesantes y empiezas también a tropezar sin obstáculos aparentes.

Ahora ya no puedes hablar casi, te atragantas demasiado (lo que implica un peligro cierto) y deciden ponerte una sonda gástrica por donde te introducen los alimentos.

Has dejado, de esta forma, de tener paladar, sino físicamente sí en la realidad, ya que no puedes degustar ningún tipo de alimento ni comida; ha empezado la cuenta atrás.

Paralelamente, has comenzado a ver que pierdes fuerza en los músculos, ahora una pierna, luego una mano y un brazo y así sucesivamente; un buen día te vas a levantar  y logras hacerlo después de varios intentos, pierdes estabilidad, primero vas con una muleta, luego con un andador, ya que las piernas y los pies tampoco responden bien; sufres 3 o 4 caídas, con mucha suerte pues no te rompes nada y aún no te lo explicas (salvo una ocasión en el hombro).

Según en el entorno en que estés, salvo unas poquísimas personas, las demás te consideran un enfermo a medias, máxime cuando los enfermos que te rodean son mucho más mayores que tú e incluso algunos de ellos con alzehimer; a ti te ven relativamente joven y la gente no entiende que “goces” de ciertas prebendas que, más que prebendas, son necesidad.

Todo este ocurre en 14 meses, donde no paras de pedir al cielo una “prórroga”, bien para tener oportunidad de ver de nuevo a tu familia, bien para poder contemplar un mundial de futbol, y así van pasando los días, con miedo a que llegue el momento en que dependas para todo, lo cual en una persona como yo, siempre autosuficiente, resulta un agravio más de esta asquerosa enfermedad (como bien dice una de mis hijas).

Por último, como no tienes recursos, dejas de ir a la ciudad, de contemplar a las personas normales, de ver a los niños jugar, es decir “ya no tienes vida”.