Pelear hasta el final

Semana del 19 al 25 de mayo. No sé si será el tiempo pero hoy martes estoy con un decaimiento de cuerpo que me voy arrastrando.

Por las mañanas, llevo varios días que, al  pasarme la máquina de afeitar, se me cansa mucho el brazo derecho, voy perdiendo fuerzas poco a poco. Hay que resignarse porque esto va avanzando sin darte cuenta.

No es correcto el término “sin darse cuenta”, soy plenamente consciente del deterioro que voy sufriendo día a día; por ejemplo, el dedo corazón de la mano izquierda va perdiendo fuerza y flexibilidad, al igual que el índice.

La mano derecha ya empieza a darme problemas, los últimos días le cuesta abrocharme los botones y he observado que después de la ducha, quizás por el efecto de relajación que tiene, las manos responden peor, lo que equivale  más esfuerzo y tiempo para vestirme.

Hay un gran desconocimiento de la enfermedad, sobre todo a nivel de los que me atienden en las necesidades básicas y me da coraje que se me diga “te veo mejor, tienes buen aspecto”; también hay veces que me preguntan cosas, como si pudiera hablar. Si quiero contestar, se me cae la saliva y encima, la mayor parte de las veces, no consigo que me entiendan.

A partir de ahora dejo de tomar yogurt y similares, pues me supone mucho esfuerzo, me incrementa la baba y empiezo a tragarlo mal.

Esta enfermedad es para ricos; yo ardo en deseos de poder salir libremente y no estar encerrado día tras día, pero para eso necesitaría una silla de ruedas eléctricas.

En resumen, como bien decía una hija mía, esta enfermedad es asquerosa, pero habrá que seguir para adelante, tengo ganas de vivir y disfrutar algo.

De la asociación Adela, me han mandado una invitación para un encuentro en Madrid, el 21 de junio, con comida; lo dicho enfermedad para ricos, lo tendré en cuenta en mi reencarnación, ja, ja, ja….