Semana del 24 al 30 de mayo. El
sábado hemos tenido la final de Champions y tuve la satisfacción de ver ganar a
mi equipo preferido, el R. Madrid, a ver quien lo alcanza en trofeos, va a ser
difícil.
Lo que me cuesta entender es que
con la crisis que hay, que todo el mundo se queja, la gente se gasta un dineral
en traslado, hotel y entradas, hemos perdido la cabeza en este país.
Al día siguiente, elecciones que
también se las trae la multitud de partidos que existen, los que están fuera
del gobierno quieren llegar para chupar; todos prometen, como ese tal Pablo
Iglesias, que no dice que sistema tendría para dar trabajo a todos, hay mucha
demagogia en todos, aunque al menos han
conseguido que el barbas se vaya al fin.
Lo de Cataluña, sin comentarios,
no tiene nombre, pero al hijo de Pujol, como a su padre, no lo meterán en la
cárcel y, mientras, la Pantoja
llenándose el bolsillo con precios desorbitados en las actuaciones pese a haber
sido condenada; este país aún sufre poco para lo que merece.
Me han visitado unos amigos y me
han traído un collarín para tener mejor la cabeza.
Las piernas es lo que me va
fallando más, en particular la izquierda, pero todas estas cosas ya se sabe
como tienen que acabar.
El viernes 30 actuó un grupo de
niños de un colegio, lo hicieron muy bien pero, sobre todo, me llamó la
atención un chiquillo que tocaba la gaita maravillosamente.
El sábado, por la tarde, actuó un
grupo con bailes de salón con bastante acierto.
Por lo demás, una caída que tuve
el miércoles por la noche en mi habitación; al ir a agacharme para recoger un
pañuelo perdí la estabilidad y caí de espaldas, por suerte sin más
consecuencias; vino un señor de otra habitación y me ayudó a levantar.
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