Definitivamente
no tenemos remedio; acabo de oir que, a
cada uno de los 23 jugadores de la selección española, les darán 720.000 euros
si ganan la copa del mundo, la mitad si llegan a las semifinales, eso aparte de
lo que reciban los seleccionadores y el resto de personal.
A mí siempre me
ha gustado el fútbol, incluso jugaba de jovencillo en el equipo de mi
instituto, pero pensar que en la situación que está el país se den estas
“primas” es que, sin dudarlo,
nos han tomado por unos primos.
Que una empresa
privada gaste lo que pueda y quiera pase, pero que un organismo nacional dé el doble que Alemania o Brasil es, cuando
menos, escandaloso e inmoral, máxime cuando todos ellos tienen sueldos y primas
que el mejor trabajador quisiera.
No se me ocurre
otra cosa que desear que no lleguemos a los cuartos de final o, en su defecto,
que todas estas figuras den ese importe a Cáritas o alguna ONG que les dé el
curso adecuado en ayudar a tantos y tantos españoles necesitados.
Pero de eso nada
de nada, los españolitos a criticar a otros países o echar culpas al vecino de
al lado, que nosotros no somos culpables de nada, siempre saldrá algún chivo
expiatorio.
Por lo demás, la
vida sigue igual, al menos para mí que empiezo a padecer claustrofobia, pero no
hay otra salida, voy perdiendo energías poco a poco, más dificultad en
vestirme, absolutamente nada ya por la boca y muchas ganas de dormitar, pero me
tocó el “gordo de la lotería” y no lo puedo devolver.
Mi intención,
cuando inicié el blog, era ver si contactaba con personas con la misma
enfermedad y así poder intercambiar impresiones, pero no lo he conseguido; así
que, seguramente, dentro de una o dos semanas, a más tardar, daré fin a esto.
Y con esto y un
bizcocho hasta la semana que viene.
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